en manos de los que no me creen.
Hará unos 2 años; yo lo recuerdo como
si hubiera sido ayer. Yo entré en el coche de mi amigo Gareth. Era el coche de
su papá y se suponía que él no debía tenerlo en primer lugar. Yo no sé cómo pudo
hacerse con él. Recuerdo que él había estado bebiendo anteriormente aquella
noche. Yo sabía que se suponía que él no debía conducirlo, pero recuerdo que yo
realmente necesitaba que me llevaran a casa porque era tarde. Habíamos estado
discutiendo durante todo el viaje acerca de algo; de forma estúpida y en un
momento de rabia, él golpeó el acelerador con fuerza e intentó dar una vuelta en
U. Ahora que lo pienso, recuerdo que era su manera de espantar a las personas
para que se callaran; él tenía locuras de estas, Cielos, lo próximo que supe es
que yo estaba rodando hacia dentro de un gran espacio en una soga. Mi pecho y mi
cabeza se sentían como si me hubieran pegado puñetazos en distintos lugares con
un metal o con algo.
La parte siguiente es realmente, realmente vívida.
Yo definitivamente recuerdo esto. Segundos después, yo comencé a flotar fuera de
mi cuerpo y a atravesar este extraño túnel de luz, como si yo estuviera
[tomando] alguna extraña droga o algo así. Yo no sabía donde iba, pero supe que
no podía controlar hacia dónde estaba siendo chupada. Yo no podía parar, ni dar
la vuelta, ni nada. Todo parecía ir bien. Durante una fracción de segundo pensé
que yo me dirigía hacia el cielo, pero repentinamente algo sucedió. Me detuve en
seco en este túnel, y como un relámpago empecé a caer, más y más y más rápido.
Yo me sentía como si literalmente estuviese cayéndome verticalmente y me
fuese de cabeza a esta especie de agujero negro. Era tan oscuro que yo sentía
que lo podía cortar con un cuchillo. Todavía cayéndome, empecé a escuchar
chillidos, gritos, dolor agonizante, horribles, horribles risas y el olor más
putrefacto que pueda usted imaginarse jamás; entonces la oscuridad se convirtió
en fuego, y yo caía hacia un inmenso horno. El fuego empezó a consumirme. Yo
empecé a chillar. Yo no sabía dónde iba mi sonido, pero yo sabía que estaba
chillando fuerte, Aterricé sobre mi espalda y repentinamente choqué con lo que
parecían rocas, y sentí un dolor horrible por todas partes de mi cuerpo, o lo
que quiera que fuese esta nueva forma.
Cuando abrí mis ojos,
repentinamente me di cuenta de que yo no estaba sola, porque unas criaturas,
cosas de alguna especie de forma retorcida, comenzaron a agarrarme, de una en
una me agarraron y comenzaron a arrastrarme hacia lo que parecían unas puertas
negras inmensas. Empecé a patear y a chillar, gritando a todo pulmón por Alá, o
Buda, o Dios... quién quiera que yo pudiese recordar haber escuchado en clase de
religión, para que me ayudase, pero todavía nada venía. Recuerdo que una
criatura gigante empezó a rasgarme la piel de la espalda, con lo que parecían
sus afiladas uñas, otra empezó a tirarme del pelo tan fuertemente que yo sentí
la urgencia de vomitar.
Otra me pateó, me tiró, y comenzó a ponerse de pie
sobre mi pecho riéndose, burlándose de mí acerca de asuntos personales que
parecía conocer de mí, tal como mi madre que murió al nacer [yo], mi hermana que
estaba en prisión y mi amigo Gareth, que conducía el coche que me había matado.
Recuerdo tanto el olor, era tan vil, como carne putrefacta y pelo quemado. Sus
abrasivas risas e insultos hacia mí casi eran ahogadas por el rugido de las
llamas a mi alrededor.
De repente vi. ante mí personas corriendo y
chillando, un grupo de niños no más jóvenes de 12 años, todos llorando y siendo
aterrorizados y literalmente despedazados por estos seres malvados. Yo
definitivamente recuerdo ver repentinamente a Gareth (el tipo en el coche
conmigo), él fue colgado boca abajo con clavos atravesándole las manos y los
pies, casi como Jesús en la Cruz (recuerdo haber leído acerca de eso en clase
hacía algunas semanas). Las criaturas empezaron a azotarlo simultáneamente,
todas cantando en un idioma que yo realmente no entendía. El fuego ahora había
consumido aquello a lo que había sido clavado, y la carne de sus manos, pecho y
cabeza, ya había empezado a fundirse y a pelarse. Le miré la cara, ¡¡¡él estaba
ATERRORIZADO!!! El empezó a llorar de forma incontrolable, suplicándoles que
parasen.
Mi cuerpo, o alma, o como quiera usted llamarlo, empezó
repentinamente a quemarse malamente del fuego esparcido por este suelo.
Repentinamente grité otra vez: “Dios, por favor, ayúdame.” Repentinamente me di
cuenta de que mientras más gritaba el nombre de Dios, ellos más intentaban
hacerme daño, más enojados se ponían, más agitados y frustrados se volvían.
“Dios, por favor”, supliqué finalmente, segundos antes de decidir renunciar
(abandonar, rendirme) y repentinamente, una gran succión me arrancó de sus
garras, y comenzó a llevarme de vuelta por el túnel. Yo repentinamente me
desperté con el sonido de la voz femenina de una doctora.
Recuerdo que
ella me dijo que después de 2 horas de resucitación, yo me había recuperado,
pero Gareth no. Aparentemente, mientras ellos intentaban revivirlo, su corazón
cedió, simplemente abandonó la lucha. Su hora de la muerte había sido confirmada
media hora antes que la mía. Y después de meses de terapia, intentando describir
todo lo que había visto, mi amiga a quién conocí en la universidad... una
cristiana pentecostal... me explicó lo que yo había encontrado. Ella me asesoró
durante alrededor de dos semanas, mostrándome escrituras en la Biblia que
describían el Infierno y daban una idea general de todo lo que yo había visto. Y
entonces un día, allí y entonces en medio del Campus de mi Universidad, yo le di
mi corazón a Jesús.
Hasta el día de hoy, juro que todavía puedo oler ese
olor a podrido de carne quemada y pelo quemado. A mi realmente me solía dar
fiebre cada vez que pensaba acerca de Gareth, y acerca de donde él quizás esté
hasta este día. Yo todavía creo que sé donde él está, y donde no quiero que esté
su hermano pequeño, que ahora tiene 14 años. Cuando comparto mi testimonio con
amigos y familiares que no creen en “todas estas cosas religiosas”, ellos
todavía reclaman hasta este día que, en su opinión, yo he visto demasiadas
películas de terror. ¡Pero esto no era una película, no había créditos, ni logo
al final de la misma! ¡¡¡No, esto era REAL!!!
A todos los que leen esto,
oro para que por favor esto sirva de advertencia para todos aquellos que no han
aceptado a Jesucristo en sus corazones. En mi experiencia Cercana a la muerte,
vi. lo que les espera a los que rechazan a Jesús. He visto el horror que es más
real de lo que cualquier película o show podría ser jamás. Y ALABO A DIOS hasta
este día porque él me dio una segunda oportunidad para que ahora yo pueda
trabajar para él. Para todos aquellos que no están seguros, por favor, no
esperen hasta que sea demasiado tarde para averiguar la realidad que yo
averigüé. ¡En el nombre de Jesús, llámalo AHORA! No esperes... Tengo 22 años, yo
pensaba que tenía años por adelante de mí antes de que algo como esto sucedería.
Yo estaba casi equivocada. Dios Bendiga a todos los que lean esto y crean en
Dios y en su Precioso Hijo. ¡¡Amen!!
Jacques Cousteau. Estando ya enfermo
hizo su último viaje submarino; al descender a unas cuevas profundas, se
encontró con la experiencia mas espeluznante de su vida, al escuchar tremendos
alaridos que provenían del centro de la tierra a través del mar.
Gaspar
Peucer: astrónomo, medico y famoso vulcanólogo, escribió de experiencias
reiteradas en los volcanes en erupción, escuchar desde el centro del volcán
alaridos y lamentos que provienen del centro de la tierra.
Y por ultimo el
caso de los Rusos, que cavaron 4.1/2 Km. Hacia el centro de la tierra,
descubriendo que había un vació; bajaron micrófonos de alta sensibilidad, donde
atónitos escucharon llantos, chillidos, lamentos de multitudes de personas
suplicando ayuda, la mayoría de los funcionarios huyeron. Esto quedo grabado, tu
puedes escucharlo a través de Internet.
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